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El mercado interno sigue sin fuerza

La demanda doméstica está muy débil, más por la pérdida de poder adquisitivo que por la mayor oferta de carne que antes iba al exterior.

Por Ignacio Iriarte I Analista del Mercado de Carnes

Fuente: Agrovoz


Cien días después del cierre de las exportaciones a la carne bovina, recién se recuperan los precios corrientes de la hacienda liviana de consumo (novillitos, vaquillonas), vacas conserva, gorda y manufactura, y novillos de exportación con papeles.

Pierden en términos reales, entre 10 y 12 por ciento acumulado de inflación.

Bajó especialmente el valor del novillo entrepesado y pesado, que no le sirve a la industria exportadora y tampoco pueden colocarse en el mercado interno, que demanda medias reses más livianas.

Se defiende mejor el ternero de invernada, que avanzó cinco por ciento desde el principio del conflicto, aunque también pierde con respecto a la inflación.

El mercado interno está muy débil, más por la pérdida de poder de compra por parte de los consumidores que por los importantes volúmenes de novillo y vaca conserva que hasta hace poco se exportaban y ahora se deben colocar forzadamente en el mercado interno.

SUBIBAJA

La carne al mostrador, cuya baja era el objetivo de todas estas medidas, avanzó un 14 por ciento entre mayo y junio, y retrocedió entre un dos y tres por ciento entre julio y agosto.

Para los que pergeñaron estas medidas, el resultado neto ha sido muy malo. Para los consumidores también.https://b1d4592d58d746b8615a6f96cd1c2369.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

No está todo dicho: falta la reacción de los productores, hasta ahora moderada porque se esperaba que se iban a revisar las medidas; falta la reacción de los trabajadores de la carne, que recién ahora parecen percibir la reducción de la masa salarial que se viene y los miles de puestos de trabajo que se perderán.

Falta el resultado de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso), que puede incidir sobre la continuidad de las restricciones al comercio exterior.

EXPORTACIONES

El mercado internacional, mientras tanto, es una fiesta, en buena medida por el repliegue argentino.

En los primeros siete meses del año, las exportaciones del Paraguay crecieron 47 por ciento y las de Uruguay, 27 por ciento.

Los precios FOB han comenzado a subir: el valor promedio de las exportaciones de Brasil fue en julio 35 por ciento más alto que un año atrás. Brasil acaba de detectar un caso de vaca loca en su rodeo, lo que puede traer consecuencias (de corto plazo) impensadas.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) subió sus pronósticos sobre las importaciones chinas de carne porcina y vacuna para 2022. El costo de oportunidad de restringir las exportaciones es inmenso.

VACAS Y TERNEROS

La Cuenca del Salado y la Depresión de Laprida (34 partidos de la provincia de Buenos Aires) aportan el 24 por ciento de los terneros que se destetan en el país, y es desde siempre la región criadora con los índices más altos de procreo del país.

En 1994, esta región ganadera registraba una relación ternero/vaca (índice imperfecto de eficiencia de la cría) de 76,3 por ciento, que subió al 79,3 en 2008; a fines de 2019, último dato disponible, era 79,7.

La cantidad de terneros destetados pasó de 2,8 millones, en 1994, a 3,38 millones en 2008, y a 3,5 millones en 2019.

Si bien esta estabilización se da en un contexto de un avance de la agricultura –modesto– y de un crecimiento de la recría, que relega las vacas a los peores suelos, es evidente que los índices de preñez y destete no crecen hace casi una década y media.

Por Ignacio Iriarte I Analista del Mercado de Carnes

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