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La escasez hace que los precios se defiendan

Hay una faltante de ciertas categorías cuyos demandantes no tienen margen de maniobra y deben pagar lo que el mercado les exige.

Pese a la caída de los ingresos reales de la población, al creciente atraso del tipo de cambio real, a que el Gobierno hace todo lo que puede por limitar las exportaciones y pese a la abundancia y al bajo precio relativo de los sustitutos de la carne vacuna, los valores de la hacienda en términos reales son los más altos de la historia.

Se combina una oferta de ganado muy baja en relación al crecimiento de la población –hay sólo 63 kilos disponibles para consumo y exportación–, con precios internacionales un 40% más altos que un año atrás. El consumo está a la defensiva, pero su resistencia a reducir la ingesta por debajo de los 45 a 48 kilos anuales se expresa en los precios que paga por el gordo y por la carne.

El novillo pesado con papeles se defiende solo, por la gran cantidad de campos habilitados para Hilton que el Sensasa deslistó; la vaca se defiende sola a causa de las exportaciones a China, mercado que está pagando 35/40% más que un año atrás por esta mercadería; el ganado liviano de consumo se defiende solo por la reducción de la oferta de los feedlots; el ternero de invernada se defiende solo porque los invernadores huyen del dinero en cuenta corriente. Ahora ha comenzado a valorizarse la vaca de cría.

Hay una escasez general, por décadas de estancamiento o retraso en la producción, y hay una escasez particular de ciertas categorías, cuyos demandantes no tienen margen de maniobra y deben pagar lo que el mercado les exige.

STOCK PARA EL AÑO

Según el Sistema de Gestión de Sanidad Animal (Sigsa) del Senasa, al 31 de diciembre del 2021 las existencias ganaderas eran de 53.416.000 cabezas, unas 100 mil cabezas menos (-0,2%) que el año anterior.

La caída es muy leve, pero el stock a diciembre último cae por tercer año consecutivo, ubicándose 1,58 millones de cabezas por debajo del registro del 2018 y 5,36 millones de cabezas por debajo del stock de diciembre del 2007, momento en que se inicia la serie. Según el SIgsa, el stock ganadero argentino cayó 9,8 millones de cabezas entre fines del 2007 y fines del 2010.

Durante el año 2021, cae el número de vacas (216 mil animales), pero crece el stock de terneros, unas 150 mil cabezas (+1%). Se registran 85 mil novillitos menos (-1,7%), pero hay 65 mil novillos más (+2,8%).

Es auspicioso que crezca el stock de novillos hasta las 2,4 millones de cabezas de fines del 2021, pero debe recordarse que en el año 2007 las existencias de esta categoría eran de 4,67 millones de animales. Algo parecido sucedió con los novillitos, que a diciembre último totalizaron las 4,8 millones de cabezas y a fin del 2007 sumaban 6,4 millones de cabezas.

Estos datos de existencias confirmarían la hipótesis que dice que la tasa de extracción de equilibrio (faena/stock) estaría hoy alrededor del 25%.

A un stock de 53,4 millones de cabezas, entonces, le correspondería una faena de equilibrio del orden de las 13,3 millones de cabezas, estimándose que este año la matanza se ubicará unos 300 a 400 animales por debajo de ese límite.

La relación ternero/vaca, índice imperfecto de la productividad de la cría, se ubicó a fines del 2021 en un 63,7%, un 1,2 punto porcentual por encima del año anterior, y el segundo en importancia en la serie 2007-2021, sólo superado por el 65,1% de fines del 2019.

Como consecuencia de la intensa seca y ola de calor de diciembre-enero último, es probable que este índice presente una caída a fines del 2022.

Por Ignacio Iriarte

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