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Altos precios, bajo consumo y pocos novillos de exportación

De acuerdo con lo que la mayoría de los operadores previeron en su momento, se dio un aumento importante en noviembre y otro incremento adicional en febrero. La faena de enero es la tercera más baja en 20 años, acusando los efectos de la sequía, la ola de calor y los bajos niveles de ocupación de los corrales.

El consumo local, reducido a los 44 kilos en el primer bimestre del año, se resiste a bajar la ingesta, y eso se expresa en los precios que está dispuesto a pagar.

La exportación, que no encuentra suficientes novillos Hilton y vacas conserva o manufactura para cubrir su crecida capacidad instalada, tiene hoy precios FOB muy altos, especialmente en el caso de Hilton, Israel y China.

La sequía ha retrasado el ritmo de las recrías a pasto, y todo el proceso de engorde con pasturas, verdeos o campos naturales se ha atrasado como mínimo 45-60 días.

La escasez de ganado, que ya venía del año anterior, se manifiesta especialmente en este primer mes del año; el consumo no quiere retroceder más, y la exportación compensa –parcialmente– con elevados precios FOB el atraso cambiario y las limitaciones a los embarques.

Se presenta un año de elevada inflación, probable reacomodamiento de varios precios clave (dólar, energía, combustibles, tarifas en general) y una oferta ganadera insuficiente para el nivel de demanda que se prevé.

DESTETE

Las abundantes lluvias de las últimas semanas en gran parte de la zona pampeana, han evitado la oferta masiva de terneros que se esperaba para el mes de febrero.

La diferencia de compra/venta para el invernador o el feedlot ha caído en enero y febrero con respecto a los sorprendentes niveles de diciembre pasado, cuando el ternero de invernada llegó a cotizar un 40% por encima del novillito. Históricamente este ratio tiende a moderarse estacionalmente en febrero-marzo, al mejorar el precio del gordo y al aparecer la zafra de terneros.

La relación invernada/gordo tiende a reducirse aún más en abril-junio, cuando se produce el pico de oferta del destete, y el gordo se mantiene o sube por escasez de oferta.

Este año, habrá dos realidades muy diferentes: la del sur, de la zafra pampeana, que con los campos ahora recuperados presentará probablemente una oferta escalonada, y otra, la del NEA/NOA, con una necesidad de sacar cuanto antes el destete.

Hasta ahora, el destete puesto a la venta es más liviano que el año pasado, a causa del atraso en la parición y de la pérdida de estado de las crías al pie de la madre en diciembre-febrero.

La oferta de terneros en la zona pampeana va a depender en gran medida de que en las próximas semanas continúen las lluvias; el nivel de reservas o de potreros diferidos es en general más pobre que en años anteriores.

El criador que tenga que aliviar obligadamente la carga encontrará precios cercanos a los máximos históricos para el ternero de invernada y para la vaca de refugo.

El precio actual del ternero de invernada (180-200 kg) resulta en una serie a moneda constante (2005-2020) el más alto, junto con el de marzo del 2011, a la salida de la anterior destrucción ganadera del kirchnerismo.

Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero

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