Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero
De un broker internacional, a la vuelta de la Feria de Importación y Exportación de Shangai: “China sigue comprando importantes volúmenes de carne, pero a precios bajos; los importadores presionan continuamente a la baja los valores que pagan, favorecidos por la enorme oferta que se concentra sobre este mercado. Ahora las autoridades chinas habilitarían a Polonia y a Colombia, y estudian autorizar nuevas plantas de Brasil, de un listado de 20 frigoríficos que presentó el Gobierno brasileño”.
Su descripción sobre el mercado chino sigue: “La demanda interna china está estancada y la oferta de carne importada es muy alta, aunque muchos frigoríficos –especialmente sudamericanos–, debido a los bajos precios obtenidos, han dejado de trabajar con este mercado. Los importadores chinos, además, tienen un gran volumen de carne en cámara comprado a precios sensiblemente más altos que los actuales, y enfrentan importantes pérdidas al vender lo stockeado en meses anteriores a los valores actuales, pérdidas que intentan licuar bajando los precios pagados en las nuevas compras. Parecería cierto que tienen grandes volúmenes de carne en cámara”.
Según el intermediario, sus representantes en Shangai calculan que hay un millón de toneladas (cuatro meses de importaciones) de carne importada, acumuladas en depósitos y en cámaras; por otra parte, el precio de la carne vacuna al mostrador ha caído –por primera vez en muchos años– en lo que va de 2023.
Además, hay una producción récord de carne de cerdo, que tiene precios muy bajos.
Brasil, que provee el 40%-45% de las importaciones, sigue colocando en China grandes volúmenes de carne vacuna (99 mil toneladas en octubre), y la mayoría de los exportadores mundiales encuentran que no hay otro mercado atractivo disponible –especialmente en volumen– para diversificar los embarques.
Los chinos han tomado conciencia de la importancia que tienen en el comercio mundial y abren cada vez más su mercado cárnico a nuevos proveedores, para beneficio de los mismos importadores y eventualmente de los consumidores.
“Creemos que los precios están tocando un piso, pero con la habilitación de tantos nuevos proveedores de todo el mundo se puede hacer difícil recuperar los valores”, aseguró el broker.
“Los chinos últimamente están adquiriendo menos cortes con hueso, y hueso con carne, y nosotros estamos apostando a vender conjuntos de cortes enfriados a valores más altos, nicho que se achicó debido a la pandemia y ahora parece comenzar a recuperarse, siendo un ejemplo los fullset de novillo con 200 días de engorde a corral”, observó el empresario.
Estaría volviendo a tener relevancia en la actualidad el “canal gris” (contrabando de carne desde Hong Kong y Vietnam), por donde se introduce carne de búfalo –muy barata– de la India; este contrabando se había limitado mucho a causa de la explosión de la Peste Porcina Africana, y se achicó más aún con el Covid-19, al intensificarse los controles en las fronteras.
La actividad económica sigue relativamente alta, proyectándose un aumento del 5% en el PIB para este año y el año próximo. En este escenario, hay esperanzas de que los precios de la carne empiecen a recuperarse –muy moderadamente– a partir de febrero-marzo próximos.
En octubre último, China importo 224 mil toneladas de carne vacuna, un 12% menos que igual mes del año pasado. El valor de lo importado fue de U$S 1.065 millones, lejos de los U$S 1.658 millones de octubre de 2022 (-36%).
Debe observarse que en julio del año pasado China llegó a importar carne vacuna por valor de U$S 1.918 millones.
Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero
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