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Carne vacuna: por qué es difícil esperar una recuperación significativa de los precios

Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero

Mientras se mantenga esta sobreoferta de carne vacuna es difícil esperar una recuperación significativa de los precios reales. Los valores nominales de la hacienda no alcanzan a acompañar a la inflación y caen mes a mes en términos reales.

El factor más dinámico en la formación de los precios, la exportación, principal responsable de los altos valores de la hacienda del año pasado, hoy experimenta una caída de los precios FOB China (-38% en un año) y un ostensible atraso cambiario.

En la actualidad, se presenta una abundancia de oferta de novillos y vacas, pero la exportación sabe que esto durará dos o tres meses más, para dar luego lugar a un proceso de escasez y retención. El consumo está absorbiendo 50 kilos (equivalente anual), pero a los muy bajos valores actuales al mostrador, muy rezagados con respecto a la inflación.

Puede esperarse una recuperación parcial de los precios reales del ganado a partir de agosto-septiembre, cuando empiece a ceder la actual sobreoferta de ganado gordo, y la recuperación de los campos estimule la demanda por terneros de los invernadores pastoriles.

Habrá una menor faena de vacas y novillos, y comenzará a ceder la sobreoferta de novillitos y vaquillonas que hoy provienen de los corrales.

Mientras se mantenga esta sobreoferta de carne vacuna es difícil esperar una recuperación significativa de los precios reales. Los valores nominales de la hacienda no alcanzan a acompañar a la inflación y caen mes a mes en términos reales.

El factor más dinámico en la formación de los precios, la exportación, principal responsable de los altos valores de la hacienda del año pasado, hoy experimenta una caída de los precios FOB China (-38% en un año) y un ostensible atraso cambiario.

El consumo está absorbiendo 50 kilos (equivalente anual), pero a los muy bajos valores actuales al mostrador, muy rezagados con respecto a la inflación. 

En la actualidad, se presenta una abundancia de oferta de novillos y vacas, pero la exportación sabe que esto durará dos o tres meses más, para dar luego lugar a un proceso de escasez y retención. El consumo está absorbiendo 50 kilos (equivalente anual), pero a los muy bajos valores actuales al mostrador, muy rezagados con respecto a la inflación.

Puede esperarse una recuperación parcial de los precios reales del ganado a partir de agosto-septiembre, cuando empiece a ceder la actual sobreoferta de ganado gordo, y la recuperación de los campos estimule la demanda por terneros de los invernadores pastoriles.

Habrá una menor faena de vacas y novillos, y comenzará a ceder la sobreoferta de novillitos y vaquillonas que hoy provienen de los corrales.

Puede esperarse una recuperación parcial de los precios reales del ganado a partir de agosto-septiembre, cuando empiece a ceder la actual sobreoferta de ganado gordo. 

Pero todo en un contexto económico difícil, con una alta inflación, incertidumbre, caída de la actividad económica, y muchos precios relativos de la economía buscando recuperarse en términos reales: tarifas, expensas, colegios, prepagas, clubes alquileres, seguros, entre otros. El precio de la hacienda no es el único atrasado.

Veremos si con el cambio de precios relativos que se viene en los próximos meses –dólar incluido–, la escasez de ganado alcance a prevalecer sobre los efectos negativos que en el corto plazo se registraría.

Cuando se levante la polvareda y haya alguna certeza económica y vuelvan los campos a tener su receptividad habitual, probablemente asistiremos a una rápida recuperación del stock ganadero, una menor oferta de carne, una mayor exportación y un consumo interno cayendo un nuevo escalón, a los 43-44 kg per cápita.

PRECIOS

¿Hay una estacionalidad de los precios de la hacienda? Si tomamos el precio del novillito para el período 2005-2022, veremos que con respecto a un índice enero-diciembre = 100, los precios del novillito en Liniers-MAG a moneda constante tocan un máximo en marzo-abril, con un índice 105,5, para caer en los meses posteriores hasta tocar un piso en septiembre-octubre, con un índice 95,5, o sea unos 10 puntos porcentuales por debajo de los máximos de marzo-abril.

Durante el año 2022, la caída de los precios reales del novillito, luego de haber tocado su pico máximo estacional en abril, con unos $ 770 de hoy por kilo vivo, fue muy abrupta, llegando hasta los $ 482 en diciembre y registrando una baja en términos reales del 38% en ocho meses. El tan esperado salto de los precios del ganado de noviembre, el año pasado no se produjo.

Debe resaltarse que este año el pico de precios reales del novillito se adelantó al mes de febrero, con $ 670 de hoy por kilo vivo, por lo que la caída del valor real acumulada desde entonces es ya del 26%, y faltan varios meses hasta llegar a una “zona de rebote”. El ritmo de deterioro de los precios reales de la hacienda, dada la inflación actual, es mucho más acelerado que en cualquier otra ocasión de los últimos 20 años.

Por Ignacio Iriarte | Analista Mercado Ganadero

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