Los mercados pueden subir…..y mucho

Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación
El mercado no le cree al gobierno, sin embargo, hay razones para pensar que el gobierno puede tener razón, y dar una sorpresa positiva a los inversores.
El relevamiento de expectativa de mercados (REM) está esperando para los próximos 12 meses una inflación del 25,9% anual, y recién para octubre del año 2025 ve una tasa de inflación perforando el 2,0% mensual, ubicándola en el 1,9% mensual.
La tasa de equilibrio medida entre bonos que ajustan por inflación y letras o bonos que ajustan por tasa nominal anual, dan un resultado de inflación esperado en torno del 1,8% mensual para el segundo semestre.
Consideramos altamente probable, que para el segundo semestre las tasas de inflación podrían ser mucho menores a las proyectadas por el REM y las tasas que surgen de la cotización cotidiana de los bonos.
La tasa implícita del dólar futuro en las posiciones más largas, también se ubican en torno del 1,9% mensual, sin embargo, la sistemática oferta de dólares en dicho mercado, está reduciendo las cotizaciones del dólar mayorista en la posición corta. El dólar mayorista cerro el viernes en $ 1.113,58, cayendo 5% en lo que va de mayo, sube 3,7% respecto al mes de marzo, y aumenta el 7,9% desde diciembre del año 2024 a la fecha.
Si en el mes de abril la inflación sería el 2,5%, la inflación acumulada en los primeros 4 meses del año se ubicaría en el 11,4%, mientras que el dólar oficial en igual periodo aumento el 13,5%.
Para mayo ya llevamos una baja del 5% en el tipo de cambio, y podría profundizarse con el correr de los días, esto me lleva a pensar que probablemente la suba de precios para el resto del año no sea como la vienen planificando desde distintas consultoras, o bien desde lo que surge de las cotizaciones del mercado.
Consecuencias en el mercado
Una baja en las cotizaciones del dólar mayorista podría traer como consecuencia una caída en los precios de la economía, ya que muchos productos tienen como insumos componentes importados. Esto podría llevar a que los bonos en pesos que ajustan por CER o tasa nominal compriman sus tasas de retorno, y den lugar a una ganancia de capital.
Una baja de la tasa de inflación, sumado a una baja en el tipo de cambio, podría tener como resultado una mejora en los resultados empresariales de empresas cotizantes, con lo cual las acciones podrían tener una mejora sustancial en precios.
Por último, el riesgo país podría bajar, producto de una toma de posición sobre bonos en dólares que cotizan en el mercado.
En resumen, la baja en el tipo de cambio mayorista que impacta en el precio de las importaciones, podría ser el puntapié que dé lugar a una baja sostenida en la inflación en el segundo semestre.
La baja en la tasa de inflación impactará sobre la tasa de interés, e impulsaría a la suba a los bonos nominados en pesos, que arrastrarían a los bonos en dólares, y dejaría como corolario una fuerte baja en el riesgo país. En este contexto, las acciones deberían tener una suba muy interesante.
Conclusión
Podemos estar ante una fuerte suba de los mercados, dado que la mayoría de los analistas, según los pronósticos del Relevamiento de Expectativas de Mercado, no ven que el dólar se recueste sobre la banda inferior, y que la inflación ceda. Si ocurre lo contrario, habrá un ajuste muy rápido a la suba en las cotizaciones de bonos en pesos, dólares y acciones.
Cuando se dan estas visiones tan disimiles, si la visión de una baja en la tasa de inflación es la correcta, estaremos frente a una suba muy brusca a la suba en los mercados.
Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación