Bajan tasa, sube la bolsa
Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación
La tasa de plazo fijo al 40% anual invita a que los inversores busquen nuevas inversiones. Bonos y acciones en la mira. Alerta economía real.
Los bancos están dinamizando el mercado, no solo muestran una exuberante suba en la bolsa, la mejora en los depósitos en dólares nos muestra que hay más confianza en la economía, y los bancos se animan a prestar dichos dólares.
Los depósitos en dólares totales al 7 de diciembre del año 2023 se ubicaban en U$S 16.479 millones, de los cuales U$S 14.126 millones son depósitos del sector privado. El último dato disponible lo tenemos al 26 de abril y suman depósitos totales por U$S 19.200 millones, de los cuales U$S 17.209 millones son depósitos del sector privado. Bajo el gobierno de Javier Milei los depósitos privados crecen en U$S 3.083 millones, que refleja un aumento del 21,8%.
Los préstamos en dólares al sector privado sumaban al 7 de diciembre del año 2023 U$S 3.616 millones, al 26 de abril suman U$S 5.748 millones, lo que refleja un incremento del 59,0%.
Estas cifras no hacen más que evidenciar un cambio de clima en los mercados, hay más depósitos y préstamos en dólares, lo que habla de un sistema financiero más relajado, y menos pendiente de alguna noticia macroeconómica que complique el escenario económico.
El gobierno ha fijado una política cambiaria y monetaria en donde el tipo de cambio no mostrara modificaciones, seguirá su actualización del 2,2% mensual, y si bien para junio el dólar exportador (80% dólar mayorista y 20% dólar CCL) podría dejar de estar vigente, se estaría trabajando con el FMI para pedir una prórroga del mismo.
En la actualidad, el campo no está liquidando la cosecha como el mercado esperaba. Del total de soja que se espera cosechar, solo ha vendido con precio el 8,0%, mientras que el 92% restante no tiene precio. En maíz, solo se ha vendido con precio el 20% de la cosecha, y el 80% no tiene precio. En trigo, se ha vendido con precio el 50% de lo cosechado. Evidentemente a estos precios, con estas retenciones, y sin rentabilidad a la vista, el campo se juega por esperar antes de liquidar, con tasas bajas muchos se juegan a financiarse en el mercado y retener inventario (parece que el gobierno no lo tuvo en cuenta).
Las reservas la 28 de mayo se ubican en U$S 28.374 millones, no sabemos si el Banco Central va a renovar el préstamo que China le realizo al país el año anterior, el acuerdo con el FMI está lejos, y los U$S 15.000 millones de financiamiento que se esperaban aún no han llegado, ¿llegaran?
El gobierno ha llevado adelante una política de alto impacto en materia económica, tanto macro como micro. El superávit fiscal y la restricción de pesos hizo que la economía ingresara en una dura recesión económica. El gobierno lleva adelante un político cambiario de ajuste del tipo de cambio de un 2,2% mensual, esto es un ancla que no hace competitiva a la producción argentina respecto al mundo. Esto demora la llegada de la inversión, sin inversión no hay reactivación, y si no tenemos una mejora de actividad no veremos en lo inmediato reducción de impuestos o salida del cepo cambiario.
Como ven el escenario los mercados
En las últimas ruedas el mercado comenzó a descontar que el gobierno va tener éxito en su política antiinflacionaria, declaraciones de miembros del equipo económico auguran una inflación del 8,0% para abril, y del 5,5% para mayo, sin embargo, esto se lograría porque se postergaran las subas de tarifas para el mes de julio. Daría la impresión que el equipo económico quiere llegar a un acuerdo con el FMI en el mes de junio con números más prolijos. Pasado el acuerdo, podría haber retoques.
La actividad económica viene cayendo, pero autoridades nacionales esperan una salida en V de la crisis, cuando la mayoría del mercado no ve motores de crecimiento para una salida de este tipo, todo haría indicar que la baja actividad llego para quedarse, al menos durante el año 2024.
El mercado de capitales sigue descontando un éxito rotundo del plan económico, los bonos soberanos como AL30 cotizan en U$S 58,50 y tienen una tasa de retorno del 21% anual, para que bajemos el riesgo país de los 1.000 puntos estos títulos deberían ubicarse en torno de los U$S 70 y su tasa de retorno se ubicaría en el 13,5% anual. Animo, todavía podemos lograrlo.
Los bancos han comenzado a mostrar subas excepcionales, Grupo Financiero Galicia valía U$S 1,70 el 7 de diciembre del año 2023 y en la actualidad vale U$S 3,43. El Banco Macro valía U$S 2,58 el 7 de diciembre del año 2023 y en la actualidad vale U$S 6,0. Estos son dos ejemplos de la gran expectativa que el mercado tiene sobre una salida rápida del cepo, una menor inflación y más financiamiento al mercado. Por ahora, nadie habla de posibles moras en el sistema, a pesar de un escenario de recesión económica. Todos ven el vaso medio lleno.
Los bonos en pesos ajustados por CER han modificado su curva, la tasa de interés de plazo fijo bajo al 40% mensual, y la expectativa de que la inflación a 12 meses podría ubicarse en torno del 59,0% anual dejaría a la tasa de plazo fijo con una tasa negativa del 7,0%. Los bonos CER han reacomodado su rendimiento y en muchos casos han comenzado a mostrar tasas positivas, lo que los hacen competitivos versus los plazos fijos UVA, con la diferencia que estos son de corto plazo, y los bonos están a plazos más elevados.
Daría la impresión que el mercado tiene por delante un rally adicional de precios, ya sea en los bonos soberanos en dólares, como también los bonos en pesos ajustados por CER. La tasa de plazo fijo dejo de ser atractiva, sin embargo, no se observa por ahora una migración masiva de dinero de los bancos hacia otros instrumentos de renta fija o variable. Las acciones deberían verse muy beneficiadas, ya que el mayor enemigo de la renta variable es la tasa de interés, y el gobierno adrede la llevo a niveles extremadamente bajos, tan bajos, que muchas empresas se financian en el mercado para no vender a precios bajos sus stocks.
La partida es muy larga, y solo el paso del tiempo nos dirá cómo evoluciona la economía. Como dato mata relato, la recaudación tributaria de abril fue 13% más baja que la inflación en términos reales.
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Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación