DestacadosEconomíaNovedades

El repago de la deuda tiene a infinito

Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación

El país tiene una enorme deuda, flujo de fondos negativos y escasas reservas. El próximo gobierno deberá lograr superávit fiscal y capitalizar al Banco Central. 

Las cuentas nacionales rezan que en los últimos 12 meses el déficit financiero asciende a $ 4,8 billones. Para dejar el déficit en cero, deberíamos eliminar todos los subsidios a la energía, gas y transporte que suman $ 2,6 billones, eliminar por completo el gasto de capital que suma $ 1,9 billones, y bajar a la mitad las transferencias a las provincias. En resumen, esto genera un cambio en el plan económico, que traería recesión y más inflación, pero despejaría las dudas que hoy tienen los inversores en Argentina. 

El país vive desde el año 2011 gastando por encima de sus posibilidades, es decir con los ingresos no logra financiar el total de los gastos. Esta diferencia la ha financiado con deuda externa, interna y con emisión monetaria. 

La consecuencia natural de este comportamiento ha sido que nadie nos presta dinero, porque hemos reestructurado en más de una oportunidad la deuda, la deuda interna deja al sector privado sin crédito, y la emisión nos genera una inflación de 3 dígitos.

En este contexto la inflación le quita poder adquisitivo al que trabaja, y la recesión deja sin empleo a muchas personas. En ambos casos, el combo de ambas variables nos empuja a un aumento sostenido de la pobreza. 

La deuda pública Argentina se ubica en niveles estrafalarios. Hemos medido la deuda en pesos, la deuda propiamente dicha en pesos a tasa variable suma $ 17,0 billones, la deuda en pesos ajustada por inflación suma $ 19,6 billones, y la deuda en dólares medida en pesos suma 66,4 billones, la suma total asciende a la friolera de $ 103 billones de pesos.

Como el resultado del sector público es deficitario en $ 4,7 billones, y la deuda suma $ 103 billones, la deuda nunca podrá pagarse, por ende, el repago de la misma tiene a infinito. 

Sería muy saludable que el país tuviera superávit fiscal, para que la deuda se pueda repagar en el tiempo. De lo contrario, la tasa riesgo país será muy elevada, y continuará espantando inversiones.

El continuo déficit fiscal, sumada a una acumulación de deuda que no se detiene en el tiempo, nos llevó a una perdida sostenida de reservas, en la actualidad suman apenas U$S 25.498 millones, que representan 4 meses de importaciones, si es que es real que este dinero existiera en forma líquida y estuviera disponible. 

La base monetaria que es la suma de la circulación monetaria y los encajes suma al día 17 de julio $ 6,0 billones, y los pasivos monetarios remunerados $ 16,3 billones, esto nos da un total de pasivos monetarios de $ 22,3 billones. 

Con esta abundancia de pesos y los escases de dólares, el precio del dólar MEP en $ 490 y el dólar contado con liquidación en $ 529 son valores muy atractivos.  

El dólar blue está cotizando en torno de $ 525, para aquellos que quieran dolarizar carteras, lo ideal es hacerlo a través del mercado de cambio formal, ya que entre el dólar MEP y el dólar blue hay $ 35,0 de diferencia, que no tiene sentido convalidarla si se cuenta con dinero bancarizado. 

Un producto ideal para adquirir son los bonos, obligaciones negociables o pagares que ajustan por dólar linked o mayorista. Hoy adquirís un dólar a $ 270, cuando en el mercado el billete vale $ 490. Si el próximo gobierno ajusta el sector público, y elimina el cepo, estas comprando dólares billetes a futuro a un valor del 55% sobre el precio de mercado. 

Conclusiones

. – Argentina vive desde el año 2011 por encima de sus posibilidades. 

. – Es falso decir que si se reduce a 0 los salarios de la clase política se resuelven los problemas de déficit fiscal. El 80% del gasto público es gasto social que en una gran proporción son inflexibles a la baja como las prestaciones sociales y los salarios de los empleados del sector público.

. – El próximo gobierno debe colocar al país en un escenario de realismo económico, dejando de vivir por encima de sus posibilidades, lograr equilibrio fiscal y comenzar a repagar la deuda que supimos conseguir. 

. – Como las reservas son escasas, para incrementarlas habrá que vender activos del sector público para capitalizar el balance del Banco central. Como mínimo deberíamos vender activos por U$S 20.000 millones. 

. – Si el gobierno deja de tener déficit, no será necesario recurrir a la emisión monetario para financiar el gasto público, y esto en un período entre 12 y 18 meses nos llevará a una fuerte reducción en la tasa de inflación. 

. – En todo este escenario no nos podremos escapar de un periodo de alta recesión económica. Los problemas tienen solución, probablemente soslayar o no contar la verdad traerán grandes dólares de cabeza a quienes gobiernen ocultando problemas. 

. – Argentina si tiene dos años de buena cosecha si el clima acompaña, y si prosperan las inversiones en minería más energía, al cabo de 36 meses podría dejar en el pasado el escenario recesivo. Pero antes de visualizar este escenario, deberíamos realizar un duro ajuste que debería operar entre el año 2023 y buena parte del año 2024. 

. – Nuestro país es como una empresa, si tenemos una gran deuda, flujo de fondos negativos y bajas reservas, es imposible pensar que vamos a revertir el escenario recesivo en un corto periodo de tiempo, y menos aún sin hacer un gran sacrificio, algo que pocos se lo comunican a la sociedad.

Por Salvador Di Stefano | Director de AgroEducación

Forma parte de AgroEduación

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

whatsapp icono