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SÍ, PERO NO. Diciendo una cosa y haciendo otra

Por Marianela De Emilio

En un año de crecimiento del mercado exportador global, Argentina insiste en viejas recetas de restringir la herramienta más genuina de ingreso de divisas, las exportaciones de agro alimentos. Acto seguido el Ministerio de Relaciones Exteriores lanza un plan para potenciar las exportaciones para el desarrollo del país, y casi inmediatamente después, la Secretaria de Comercio Interior establece fijación temporal de precios máximos de venta al consumidor. La incertidumbre recorre todos los eslabones de la cadena de valor argentina y las proyecciones tienen su ancla en noviembre.

Pongamos el mercado de carnes y maíz como ejemplo. Recordemos que este año, en mayo, fueron suspendidas las exportaciones de carne bovina por 30 días, para, un mes después, reducir 50% el volumen a exportar los meses siguientes. En cuanto a carne de cerdos y aves, no han sido suspendidas, pero los mecanismos para exportar, sumado a complicaciones en el mercado exportador, han reducido los volúmenes exportados los últimos meses. En cuanto a maíz, uno de los insumos principales de la producción pecuaria, la subsecretaría de mercados agropecuarios cerró el registro de exportaciones de maíz, por haberse alcanzado el volumen correspondiente a saldo exportable para este año. Veamos lo que paso en el mundo para estos cuatro productos, y lo que pasó en Argentina, sumando la proyección de lo que pasaría en 2022.

Luego de las medidas tomadas y de su efecto en los volúmenes exportados, y por consecuencia, freno en el ingreso de divisas, desde el ministerio de relaciones exteriores se lanza un plan exportador para el desarrollo. Veamos los puntos principales de este nuevo plan, y el nivel de respuesta que daría a las limitaciones para exportar impuestas por el mismo gobierno.
Se trata de un paquete de políticas y herramientas para generar capacidades exportadoras, líneas de financiamiento y asistencia técnica para mejorar la inserción internacional de la producción argentina. Veamos las principales líneas de este plan.

Entre las declaraciones realizadas por los funcionarios públicos, se menciona la importancia de identificar un camino estratégico, coordinar con el sector privado, dentro del sector público, a nivel nacional y con las provincias, para tener una hoja de ruta única y consistente. Estas declaraciones, sobre todo desde la coordinación con el sector privado, debieran incluir el dar respuesta a propuestas planteadas hace tiempo, por Cámaras y Asociaciones nacionales y provinciales, con pedidos y propuestas concretas, para destrabar las exportaciones de muchos productos argentinos con agregado de valor, entre los que se encuentran las harinas de trigo, las carnes, bovina, porcina y aviar, y muchos otros, que hoy se producen competitivamente dentro de las empresas, pero dejan de ser competitivos por lo altos costos logísticos e impositivos, en su camino desde la empresa de origen hasta el buque, lo que eleva los precios FOB (precio de la mercadería puesta sobre el buque del puerto de origen, ya internacionalizada), que dejan de ser competitivos para el mercado internacional.
Es importante destacar que este plan no hace referencia, al menos en lo publicado durante su lanzamiento, a dar respuesta a los actuales problemas de fondo, que ponen barreras a la exportación, no relacionadas a falta de conocimiento del sector privado en materia exportadora, o necesidad de asistencia técnica desde el Estado, sino más bien con políticas que dejan el horizonte de corto y mediano plazo enrarecido, con alto nivel de incertidumbre, como para aceptar una propuesta de promoción, desde el mismo origen del que surgen políticas de desincentivo.

Cinco días después del lanzamiento del plan exportador para el desarrollo, el gobierno nacional publicó el listado con los productos del supermercado que bajaron o mantienen sus precios, hasta el 7 de enero del 2022, en medio de reuniones con empresarios para ampliar la lista de productos de precios cuidados. Estos anuncios de corto plazo, considerando que abarca desde octubre hasta la primera semana de enero 2022, no representan propuestas de fondo para recuperar un camino hacia el desarrollo productivo, recuperar la credibilidad local e internacional, y en consecuencia mejorar la calidad de vida del pueblo argentino.

Conclusiones: Sí, pero no, así pueden resumirse los anuncios y acciones tomadas por el gobierno en lo que va de este 2021. Ejecutar acciones que frenan el normal desarrollo del sector agroexportador, como el cierre de exportaciones a carnes y granos, anunciar propuestas de desarrollo exportador, con énfasis en capacitaciones y financiaciones, sin incluir la quita de las restricciones previamente impuestas, y ejecutar acciones de control para el mercado interno, representa un recorrido que, como se dijo al principio, tiene su ancla en noviembre de este año, para entonces barajar y dar de nuevo.

Marianela De Emilio
Ing. Agr. Msc. Agronegocios
03471-15556108
marianelasabrina@hotmail.com

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