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Un año desafiante para la ganadería

 Por CANAL RURAL.

Víctor Tonelli analizó las perspectivas del negocio que enfrenta una dura sequía con costos de los granos por las nubes

 

“El actual será un año difícil porque habrá que enfrentar una sequía cuya intensidad no estaba en los cálculos. Sin embargo, siguen estando las oportunidades que genera una demanda internacional que crece por encima de las posibilidades que tienen los abastecedores de satisfacerla. En cambio, la alta oferta del conjunto de carnes (vacuna, aviar y porcina) mantendrá el mercado interno muy bien provisto y con algún exceso”, dijo Víctor Tonelli en la jornada “Ahora Brangus” organizada por la Asociación de la raza en Expoagro.

El especialista ratificó que el futuro de la ganadería está más ligado a las exportaciones que al mercado interno y eso requerirá un cambio en los planteos productivos hacia haciendas más pesadas, en el que las recrías serán vitales.

Perspectivas de precios para hacienda de consumo

La primera cuestión por tener en cuenta para ver dónde estamos parados es la evolución de los precios de la invernada y de la hacienda gorda, desde principios de 2015 hasta fines de febrero de 2018. “La categoría que ha quedado más retrasada es la invernada, que se ubica 27% por debajo de la inflación (del IPC) y 37% respecto del tipo de cambio. En tanto, los novillos gordos para consumo y exportación han acompañado al dólar, aunque quedaron 20% por debajo del IPC”, afirmó.

Sobre esta base, hay algunos parámetros que permiten predecir cómo se comportarán los precios de la hacienda para faena con destino al mercado interno. Como se dijo, la oferta global del conjunto de carnes volverá a crecer de la mano del incremento de la producción de carnes vacunas y porcinas, superando los 120 kg/habitante/año, nivel que resulta más que suficiente para satisfacer la demanda. Además, con la escasez de pasturas, se registra un récord de encierres en los corrales, que supera en un 24% las existencias de igual mes del año pasado. El 80% de esos animales corresponden a categorías livianas que se vuelcan al consumo presionando la oferta.

“Con este panorama, resulta difícil imaginar subas respecto de los valores actuales en los novillitos destinados al mercado interno, como ocurrió en otoños de años anteriores”, aseguró Tonelli.

Hacienda para exportación

Un tema importante para la ganadería nacional es el efecto de la sequía sobre la oferta de animales para exportación. A diferencia de lo que ocurre en las categorías de consumo, la mayor proporción de novillos y vacas con ese destino proviene de esquemas pastoriles o con suplementación a campo.

Para predecir lo que sucederá, el analista comparó lo ocurrido en la histórica sequía de 2009 con el promedio 2011-17. “La oferta de novillos en ese año de crisis climática registró caídas significativas en mayo, lo que luego se compensaron parcialmente en el último trimestre. En vacas hubo un fuerte incremento desde abril hasta julio, con caídas importantes en los meses de septiembre, noviembre y diciembre”, señaló Tonelli, aludiendo a que en esta oportunidad podría esperarse un desempeño similar.

Por otro lado, algo que juega a favor del negocio exportador es el continuo crecimiento de las cotizaciones internacionales. “Según FAO, el precio promedio de la carne vacuna aumentó 7,5% en el último año, mientras se mantuvo el del pollo y cayó 2,3% el del cerdo. Esta suba va de la mano de la demanda liderada por China y países con economías en desarrollo”, puntualizó.

Frente a este escenario alentador, la variable crucial es la continua caída del stock de novillos. “Por efecto de la política restrictiva de las exportaciones impuesta desde diciembre del 2005, el stock de novillos cayó 60% hasta marzo del 2017. Lamentablemente, las previsiones para este año indicarían una nueva baja pese a que las restricciones ya se eliminaron”, lamentó.

En síntesis: “Existe una demanda creciente con precios internacionales firmes, una oferta que sigue reduciéndose y que sufrirá los efectos de la sequía y un poder de compra de la industria con posibilidades de mejorar los valores actualmente pagados. Con todo ello, el precio del novillo para exportación se irá afirmando a poco que la oferta actual comience a mermar”, indicó Tonelli. Y agregó: “para la categoría ´vaca´ habrá que esperar que pase el aluvión de oferta, que se dará hasta principios del invierno, y luego tendrá valores firmes”.

Hacienda para invernada

Con respecto a la oferta de terneros, es conveniente recordar que en el trimestre abril-junio se vende el 42% del total anual y como consecuencia se obtienen los menores precios. “Este año, por efectos de la sequía, la oferta se anticipó algunas semanas adelantando esa caída en los valores”, sostuvo.

Conviene recordar que la relación entre el precio del maíz y del novillito para faena es una variable de alto impacto en el valor de la hacienda para invernada. En los últimos años, la relación era favorable para el engordador. Desde principios de año la situación se dio vuelta: por el efecto de la sequía y del salto del tipo de cambio, se llega a una condición muy desfavorable. Tonelli destacó: “esta relación tiene una gran incidencia en cuánto podrá pagar el engordador por el ternero para que los números de su actividad cierren”.

Una cuestión que también influirá este año en los valores de la invernada es el incremento en el número de terneros logrados que se espera, dato que se podrá confirmar cuando Senasa lo publique próximamente. “Hubo un buen nivel de servicios en el período 2016/17 y pese a las inundaciones de otoño-invierno del año pasado, se espera un incremento en la cantidad de terneros por aumento de los vientres y de la marcación”, adelantó.

Así las cosas, concluyó: “lamentablemente, solo puede esperarse una caída en el precio real de la invernada que acumulará mayores diferencias respecto de la inflación y del dólar”.

En síntesis, “2018 será un año para actuar con cautela, pero intentando, con los recursos disponibles, orientar los planteos a los rubros más convenientes”, finalizó Tonelli.

Fuente: Valor Carne

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